domingo, 23 de febrero de 2014

“¡Ay! ¡Vienen los kurdos!”

Rusen Cakir, 21.02.2014

Los miembros de la comunidad de Fetullah Gulen, en la lucha que llevan a cabo contra el gobierno del AKP, Partido de la Justicia y el Desarrollo, ponen de relieve los valores universales, como la democracia, el estado de derecho, los derechos y libertades fundamentales, la transparencia. Esto es, sin duda, algo sumamente positivo y digno de apreciación. Sin embargo, los mismos miembros de la comunidad se esmeran mucho en incluir la cuestión kurda y del PKK en el asunto y expresan mensajes duros, especulativos y contarios a la paz, de tal manera que los mismos pueden estorbar el proceso de la paz que está en marcha. Ello crea dudas.

Objeciones y especulaciones
Por ejemplo, a partir del momento en el que el Primer Ministro Erdogan pronunció por primera vez el famoso término de “estado paralelo”, contradijeron señalando que “hay un solo estado paralelo en este país que es el KCK, Unión de las Comunidades del Kurdistán”. Empezaron a expresar de nuevo que durante las conversaciones mantenidas en Oslo con el PKK/KCK y en las de Imrali con Abdullah Ocalan se firmó un “acuerdo de autonomía”, y que el propósito de la nueva ley sobre la Organización Nacional de Inteligencia (o MIT, por sus siglas en turco) que se intenta legislar es tapar esta “realidad”. Expresaron su malestar por el hecho de que la Agencia de Noticias Anatolia dejara de llamar a Ocalan como “líder de los separatistas”. Y finalmente, hicieron propias las advertencias, cuya mayoría se expresaba anteriormente por los círculos del Partido del Movimiento Nacionalista, MHP, según las cuales, se está elaborando el fundamento legítimo para que Ocalan sea de nuevo juzgado y puesto en libertad. Los miembros de la Comunidad quieren, sin duda, dejar el gobierno en una situación difícil, manteniendo en el orden del día las especulaciones sobre el PKK y Ocalan.

Sin embargo, por otro lado, sabemos que en el reportaje emitido en la BBC, que fue la última vez que Fetullah Gulen compareció ante la opinión pública, y aunque evitó pronunciar el nombre de Ocalan y aunque expresó algunas reservas, declaró que no se oponía a que el Estado conversara con Ocalan y con Kandil (el campamento del PKK). Si recordamos que Gulen defendió anteriormente también el derecho a enseñanza en lengua materna y que pronunció la palabra “Kurdistán”, aunque estaba refiriéndose a Irak, entendemos que la comunidad de Gulen puede adoptar a la vez políticas opuestas una a otra sobre los temas referentes a los kurdos y al PKK.

“Nosotros y ellos”
Los círculos de la Comunidad se preguntan a veces “¿Por qué el Estado lucha contra nosotros mientras que existe un peligro como el del PKK?”. Una pregunta similar la hace  Taha Akyol, del diario Hurriyet, en su artículo de ayer, titulado “¿Quién es el que gana?” En el primer párrafo dice lo siguiente: “Estamos disputando con una terrible voracidad. Hay un único ganador de esta pelea que es el movimiento kurdo”.

Pienso que Akyol tiene razón cuando señala el movimiento kurdo como él único ganador de esta pelea, sin embargo, se equivoca cuando encarcela a sí mismo en el espacio estrecho del dilema de “nosotros y ellos”; dilema al que se recurría frecuentemente cuando se trataba de la cuestión kurda, y dilema que esperamos que pierda ya su gracia, gracias al proceso de la paz.
Otro error de Akyol (y por supuesto, de la comunidad) es que no ve o no quiere admitir que en Turquía está ya terminada la época de disuadir a alguien de hacer algo, ya que en caso contrario, es probable que los kurdos (o el movimiento político kurdo) se refuercen.

Por último, quiero recordar que los dirigentes del movimiento político kurdo están muy inquietos debido a la guerra existente entre el gobierno y la comunidad de Gulen, a pesar de haber salido ganando de esta guerra. Por ejemplo, cuando pregunté al copresidente del KCK en Kandil, Cemil Bayik, “¿Quién ganará en esta pelea?”, había contestado como sigue: “No puedo saber quién ganará, pero es cierto que ambos resultarán dañados. La cosa no se limitará a esto. Toda la sociedad turca sufrirá pérdidas”.


Hay que dejar de hablar de memoria, sin tener en cuenta los cambios radicales habidos en los últimos años en el movimiento político kurdo y, por lo tanto, en la cuestión kurda.

(Enlace al artículo original: http://www.rusencakir.com/Eyvah-Kurtler-geliyor/2487)

domingo, 16 de febrero de 2014

¿Por qué no empieza la operación contra el “Estado paralelo”?

Rusen Cakir, 16.02.2014

Pensaba que el gobierno no iba a aguantar más las provocaciones de la Comunidad de Gulen e iba a iniciar en breve una “operación contra el Estado paralelo”, aunque no lo quisiera hacer en la víspera de las elecciones municipales. Veo que estoy equivocado. La Comunidad sigue atacando, y paralelamente a ello, sigue golpeando al Gobierno, pero aquella operación no empieza de alguna manera. ¿Por qué? Según los círculos de la Comunidad, es así porque  tal investigación carece del fundamento material. Dicho de otro modo, no existe en realidad una formación llamada el “Estado paralelo”, y el gobierno recurre a esta mentira para tapar las acusaciones actuales sobre el soborno/la corrupción.

Es cierto que el gobierno desea recurrir, -y está recurriendo-, a todo tipo de medios para hacer olvidar, por lo menos, para trivializar las graves alegaciones reveladas tras las operaciones policiales del pasado 17 y 25 de diciembre. Y es muy probable que éste sea el plan que se halla en el fondo de la relación directamente establecida entre todas estas operaciones y el “Estado paralelo”. Sin embargo, alegar, partiendo de todo esto, que no existe una formación que se denomine el “Estado Paralelo”, y que, por lo tanto, las últimas operaciones anticorrupción no son cosa de esta formación, no será tampoco ni convincente ni realista de ninguna manera.

Una formación de este tipo existe desde hace mucho tiempo. Y la misma debe su presencia, en mayor parte, a la aprobación, la tolerancia, incluso, el estímulo del gobierno. Porque esta formación, que es muy hábil para producir pruebas, conspirar, crear testigos secretos, desinformar y manipular, ha sido el mejor colaborador del gobierno en el momento de liquidar a los titulares anteriores del gobierno. Lo nuevo es que esta formación hace daños ahora, además, muchos daños, al poder político; lo nuevo es que ahora el gobierno ve a su antiguo aliado como enemigo.

Nombramiento de nuevos funcionarios de seguridad para el ajuste de cuentas

Según algunos, el motivo de que la operación no empiece de alguna manera es porque el gobierno no ha concluido aún los preparativos necesarios. Este análisis parece reforzado al ver que las destituciones de algunos funcionarios y los nombramientos de los nuevos en la Justicia, el Servicio Civil y la Seguridad no se terminan de una vez. Por otro lado, Mustafa Gulcu y Faruk Unsal, quienes habían sido víctimas de las conspiraciones de la Comunidad en el pasado, fueron nombrados Subdirectores Generales de la Seguridad; Celal Uzunkaya fue nombrado Director General de la Seguridad: estos últimos nombramientos aumentan la expectativa de que haya un ajuste de cuentas. Además,  es cierto que las regulaciones que el gobierno está llevando a cabo para cambiar la estructura de la Corte Suprema de Jueces y Fiscales (HSYK, por sus siglas en turco) y para conseguir un estrecho control en el uso de Internet  están relacionadas con la posible operación contra el “Estado paralelo”.

Erdogan no está dispuesto

Sin embargo, más allá de todo esto, pienso que el motivo más importante de que el Primer Ministro Erdogan no inicie esta operación es que no está dispuesto a pulsar el botón de inicio. Porque el día que esta operación empiece, será la fecha inicial de algunas novedades en la historia de la República de Turquía.

En resumen, las formaciones islámicas lucharon siempre contra el “otro” en la historia de la República. Para ellas, los únicos responsables de casi todos los agravios que sufrieron fueron el régimen al que se mantenían distantes, considerándolo “laico” o “Kemalista”, y los partidarios civiles del régimen.  En este contexto, la guerra entre la Comunidad de Gulen y el gobierno del AKP, en la que se enfrentan dos grupos islámicos, es una primera. Ambas partes tratan de probar que lo que hace la otra va contra el Islam, y el motivo de ello es que cada una de ellas trata de probar que en realidad no lucha contra una formación islámica.

Tanto el propio Gulen como su comunidad ya sufrieron operaciones en distintas fechas en este país, al igual que ocurrió con varios otros grupos islámicos, y en general, salieron de aquellas operaciones con pocos daños. Sin embargo, si el gobierno del AKP intenta detener ahora a algunas personas vinculadas con la Comunidad, acusándoles de “crear una banda dentro del Estado” y de “espionaje” y si posteriormente inicia pleitos judiciales, -la marcha de las cosas es en este sentido- ello no tendrá una vuelta atrás fácil. Y es muy probable que la Comunidad alcance el rango de “oprimido” ante las próximas generaciones.

Pienso que los principales nombres de la Comunidad actúan en un amplio círculo de seguridad de sí mismo, partiendo de la opinión de que, pase lo que pase, el gobierno no podrá iniciar la operación que se espera.